Los editores en línea deben permitir que la inteligencia artificial rastree datos de Google o perderán visibilidad
Qué saber
- Los editores en línea se enfrentan a un dilema: permitir que la inteligencia artificial de Google rastree sus datos o perder visibilidad en las búsquedas.
- Las respuestas de búsqueda generadas por inteligencia artificial de Google podrían reducir significativamente el tráfico orgánico a los sitios web.
- El Departamento de Justicia de Estados Unidos está considerando opciones para abordar el dominio del mercado de Google.
En la era de la inteligencia artificial y el acoso de las grandes tecnológicas, los editores en línea se han encontrado de repente entre la espada y la pared. Ahora deben permitir que Google utilice su contenido para generar respuestas de búsqueda con inteligencia artificial o corren el riesgo de perder visibilidad en los resultados de búsqueda.
El rastreador web de Google, Googlebot, escanea sitios web para crear resultados de búsqueda y es el gusano central de este problema porque ahora tiene un doble propósito: recopilar datos para los resultados de búsqueda tradicionales y las respuestas generadas por IA.
Esto significa que los editores que impiden que Google utilice su contenido para las respuestas de IA también impiden que sus páginas aparezcan en los resultados de búsqueda estándar. Dado que la visibilidad en las búsquedas es crucial para su supervivencia, esto los coloca en una posición difícil.
Kyle Wiens, CEO de iFixit, destacó este desafío y afirmó que bloquear el rastreador de Google resultaría en pérdida de tráfico y clientes.
El enfoque de Google le otorga una ventaja significativa sobre las empresas de inteligencia artificial más pequeñas. Mientras que otras empresas suelen pagar por el acceso a los datos de los editores, Google obtiene esta información sin costo a cambio de visibilidad en las búsquedas.
El impacto en los editores podría ser sustancial. Los informes sugieren que las respuestas de búsqueda generadas por IA de Google podrían generar una disminución del 20 al 60 % en el tráfico de búsqueda orgánica.
Esta situación ha llamado la atención del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Tras una reciente sentencia contra Google, el departamento está considerando varias opciones. Una de ellas es la posible división de partes de la empresa, así como la exigencia de que Google comparta los datos de búsqueda con sus competidores.
A medida que evoluciona el panorama digital, la relación entre los motores de búsqueda, la inteligencia artificial y los creadores de contenido sigue siendo un tema complejo y polémico. El resultado de esta situación podría tener efectos de largo alcance en la forma en que se descubre y se consume información en línea, y en la supervivencia y el éxito de los editores independientes en línea.
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