Cómo abandonar las redes sociales con éxito: consejos para tu recorrido

Cómo abandonar las redes sociales con éxito: consejos para tu recorrido

En el pasado, siempre que tenía un momento libre, cogía el teléfono sin pensarlo dos veces y navegaba sin parar por Instagram, Facebook y Snapchat. Con el tiempo, esta conducta me hizo sentir extrañamente desconectada, como si mi vida cotidiana fuera un simple telón de fondo. Decidí que era hora de cambiar mis hábitos y recuperar el control de mi vida. Así es como abandoné las redes sociales con éxito.

Paso 1: Retiro gradual

Dejar las redes sociales de golpe me resultó abrumador, así que opté por una estrategia de retirada gradual. En lugar de eliminar mis cuentas apresuradamente, las hice menos importantes en mi vida.

La mayoría de mis aplicaciones de redes sociales se encuentran en mi teléfono Android, por lo que el primer paso fue desactivar TODAS las notificaciones, incluidas las de Facebook Messenger. Esta medida redujo significativamente las distracciones de las redes sociales a las que me enfrentaba.

Para desactivar las notificaciones de una aplicación en Android, dirígete a Ajustes -> Notificaciones -> Notificaciones de aplicaciones . Desactiva el interruptor de la aplicación correspondiente o, para un control más detallado, pulsa en la aplicación misma para permitir determinadas notificaciones, como las alertas de cumpleaños en Facebook.

Cómo desactivar las notificaciones de las aplicaciones de redes sociales en Android.

Si está usando un iPhone, vaya a Configuración -> Notificaciones , seleccione la aplicación y desactive Permitir notificaciones .

Apagando

Informé a mis amigos cercanos y familiares sobre mi intención de minimizar el uso de la aplicación, optando por mantener nuestras interacciones principalmente a través de WhatsApp.

Como no estaba lista para eliminar por completo las redes sociales, me tomé el tiempo de organizar mis publicaciones para cuando finalmente volviera. Utilicé varias estrategias para renovar mi experiencia en Instagram y, al mismo tiempo, reduje mi lista de amigos en Facebook eliminando a aquellos que no conocía bien o con los que no había interactuado en años.

Paso 2: Creación de un cronograma de verificación

Con las notificaciones silenciadas, establecí un horario semanal para interactuar con las redes sociales y elegí los sábados como mi día designado para navegar.

Fue fundamental establecer límites en este momento. En lugar de perder un día entero para ponerme al día con las publicaciones que me perdí, me limité a solo una hora para navegar y responder mensajes.

Al principio, cumplir con este horario fue un desafío, especialmente durante los momentos de inactividad. Sin embargo, con el tiempo, adquirí nuevos hábitos que lentamente reemplazaron mi impulso de revisar las redes sociales compulsivamente.

Paso 3: Descubrir nuevas formas de pasar el tiempo libre

Las redes sociales pueden consumir gran parte de tu tiempo libre. Reflexiona sobre si así es como realmente quieres distribuir tus horas. Las investigaciones demuestran que priorizar la relajación es crucial para la salud mental y la productividad general.

Centrándose en la superación personal

Piensa en cuáles son tus verdaderas aspiraciones. Personalmente, me propuse mejorar mi salud mental y siempre quise incorporar el diario a mis rutinas diarias, algo que todavía no había logrado.

Cómo dejé de escribir en las redes sociales
Fuente de la imagen: Pexels

Intenté escuchar afirmaciones e integrar prácticas de meditación en mi rutina diaria. En conjunto, todas estas actividades requerían compromiso: tiempo que de otro modo habría pasado navegando sin pensar por Instagram.

Si hay algo positivo que he obtenido de Instagram es la ambición de trabajar en la superación personal. Aunque la plataforma es rica en contenido de autoayuda, el mero hecho de consumir información sin tomar medidas no conduce al crecimiento.

Con más tiempo a mi disposición, comencé a explorar y comprar con entusiasmo los libros que descubrí en la aplicación. Equipada con nuevos recursos, comencé a profundizar mi comprensión de los temas que valoraba.

Pasar tiempo de calidad con otras personas

Al tener más tiempo libre, me sentí más inclinada a relacionarme socialmente. Me di cuenta de que navegar por las redes sociales a menudo llenaba el vacío de compañía. En lugar de reírme sola con los Reels de Instagram, tomé la iniciativa de visitar o llamar a mis amigos.

Cómo dejé de chatear con la gente de las redes sociales
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Debo confesar que, como introvertida, al principio me resultó difícil acercarme personalmente a alguien o proponerle una cita por teléfono. Sin embargo, esta etapa me impulsó a ser más atrevida en mis interacciones sociales con personas importantes.

Explorando nuevos pasatiempos

Otra forma productiva de utilizar mi tiempo era descubrir nuevos pasatiempos, más allá de navegar sin parar y ver Netflix sin parar. Aunque tenía una lista de actividades que quería probar, mi tiempo limitado anterior me impidió comenzar.

Cómo dejé de usar los colores en las redes sociales
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Entre mis pasiones, destacaba el garabato. De niña me encantaba dibujar y pasaba horas inmersa en ello, creando mundos enteros en mi imaginación. De alguna manera, esa alegría se había desvanecido de mi vida. Busqué revivir esa magia de la infancia y dediqué tiempo diario a garabatear.

Además, planeo ampliar mis interacciones sociales a través de mi nuevo pasatiempo inscribiéndome en una clase de dibujo con acuarela.

Paso 4: Frenar el impulso

Seamos honestos: la necesidad de revisar Instagram o Snapchat sin pensar persistirá durante un tiempo. Si notas que estás recayendo, emplea medidas adicionales para combatir este impulso.

Bloquear aplicaciones usando la aplicación Freedom en un teléfono Android.

Una estrategia consiste en ocultar las aplicaciones de la pantalla de inicio: «ojos que no ven, corazón que no siente». Aprende a hacerlo de forma eficaz en un dispositivo Android.

Otra opción es bloquear aplicaciones específicas con aplicaciones como Freedom ( Android , iOS ). Esta herramienta te ayuda a crear franjas horarias en las que concentrarte y, al mismo tiempo, a minimizar las distracciones. Me resulta especialmente útil cuando leo, ya que reproduce sonidos relajantes para mantenerme concentrada.

Paso 5: Observar los cambios

Después de dejar de usar las redes sociales, noté un cambio significativo: la compulsión por revisar aplicaciones disminuyó junto con la ansiedad de tener que estar conectado constantemente. Tal vez el resultado más sorprendente fue la facilidad con la que me olvidé por completo de esas plataformas; una amiga tuvo que recordarme un Reel interesante que me había enviado.

La ausencia de interrupciones en las redes sociales también mejoró mi productividad. Antes de este cambio, la sobrecarga digital sofocaba mi creatividad y mi impulso. Tomarme un descanso de las plataformas sociales me inspiró nuevas ideas y renovó mi motivación para emprender proyectos desde diferentes ángulos.

Paso 6: Desactivación de cuentas

Una vez que me sentí a gusto sin la rutina diaria de revisar las redes sociales, pasé al siguiente paso: desactivar mi cuenta de Facebook. Esta acción hizo que mi perfil fuera invisible, eliminando mi nombre, fotos y contenido compartido.

Dando el paso para desactivar la cuenta de Facebook.

Desactivar Facebook te permite conservar la funcionalidad de Messenger para que puedas seguir recibiendo mensajes de tus amigos mientras dejas de usar Facebook. También es fácil reactivar cuentas más tarde. Existen opciones similares para Instagram, Snapchat y otras plataformas.

Paso 7: Eliminar gradualmente las aplicaciones de redes sociales

Como periodista de tecnología, reconozco que no escaparé por completo de las redes sociales. Aun así, tomarme un descanso de Facebook durante un mes demostró que no me estaba perdiendo nada esencial. La única razón por la que me sentía atado a Facebook era para recibir actualizaciones sobre eventos locales.

Durante el tiempo que estuve fuera, aprendí que mis amigos me mantendrían informado de los acontecimientos de la comunidad de todos modos, eliminando así la necesidad de usar Facebook. La misma lógica probablemente se aplique a mi uso de otras plataformas.

La conclusión clave es la siguiente: una vez que hayas creado una distancia suficiente con respecto a las redes sociales, la idea de abandonarlas por completo dejará de resultar abrumadora. Eliminar tus cuentas se convertirá en un paso manejable, a medida que tu sensación general de bienestar comience a alejarse de la dependencia de las actualizaciones digitales. Intenta dar pasos pequeños y alcanzables para alcanzar este objetivo; no hay prisa por eliminar todas las aplicaciones de redes sociales en un día.

Sin embargo, vale la pena señalar que no todas las aplicaciones son perjudiciales; algunas pueden brindar beneficios genuinos. Por ejemplo, consulte esta lista de las mejores aplicaciones de salud mental disponibles para Android.

Crédito de la imagen: Unsplash . Todas las capturas de pantalla fueron realizadas por Alexandra Arici.

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