7 formas efectivas de aumentar la productividad con Raspberry Pi
Al principio, me intrigaba el revuelo que había en torno a la Raspberry Pi, pero descubrí que esta computadora compacta se convirtió rápidamente en mi herramienta preferida para mejorar la productividad. A continuación, describo siete formas en las que la Raspberry Pi transformó mi rutina diaria para mejor.
1. Bloqueo integral de anuncios en red
Valoro el papel de los anuncios en el mantenimiento de sitios web como MakeTechEasier, pero Internet está cada vez más congestionado con ellos. Por lo tanto, he estado analizando qué sitios permiten anuncios y el uso de AdGuard en mi Raspberry Pi ha sido fundamental en este sentido.
Configurar AdGuard es muy sencillo, solo requiere un comando y su bloqueador de anuncios funciona muy bien desde el principio. Al implementarlo en una Raspberry Pi, puede proteger todos los dispositivos conectados a su red, desde computadoras portátiles hasta televisores inteligentes.
2. Estación de codificación compacta
Si bien no soy un ingeniero de software experimentado, me encanta explorar proyectos de codificación personales durante mi tiempo libre. El desafío surge cuando descubro que estos momentos ocurren lejos de mi computadora principal. Por lo tanto, reconvirtí mi Raspberry Pi en una estación de codificación compacta, con Geany como mi entorno de desarrollo integrado (IDE) de elección.
Esta configuración destaca en términos de accesibilidad. Gracias a Tailscale, puedo conectarme a mi estación de trabajo basada en Pi de forma segura desde cualquier máquina pública. Esto garantiza que siempre tenga acceso inmediato a mis proyectos y al marco de codificación, tal como los dejé. Además, la eficiencia energética de Raspberry Pi me permite mantenerla encendida las 24 horas del día sin incurrir en elevadas facturas de electricidad.
3. Asistente de inteligencia artificial sin conexión
La aparición de ChatGPT despertó mi interés en la capacidad de la IA para mejorar la productividad. Sin embargo, me resistía a comprometer la privacidad de mis datos con las grandes empresas tecnológicas o a depender únicamente de la conexión a Internet. Mi Raspberry Pi entró en acción para llenar ese vacío. Al utilizar Ollama, he creado un asistente de IA local que siempre está listo para ayudar, sin necesidad de conexión a Internet.
Normalmente utilizo el modelo Phi-3 de Microsoft , que, a pesar de su tamaño compacto, ofrece potentes funciones. Me ayuda a generar ideas, depurar códigos y editar mis textos. Aunque puede que no funcione tan rápido como las soluciones en la nube, los beneficios de la privacidad y la accesibilidad sin conexión superan definitivamente este inconveniente.
4. Espacio de escritura enfocado
Cuando me dedico a escribir (en particular, ficción), mi ordenador principal suele ser una fuente de distracciones. Las notificaciones, los correos electrónicos entrantes y la necesidad de consultar las redes sociales pueden interrumpir mi proceso creativo. Esto me impulsó a crear un espacio dedicado a la escritura sin distracciones utilizando mi Raspberry Pi.
Utilizo una tarjeta microSD dedicada que contiene una instalación mínima del sistema operativo Raspberry Pi que inicia automáticamente Typora , mi opción preferida para editar en Markdown. Sin notificaciones que distraigan mi atención y sin aplicaciones que compitan, mi concentración se mantiene firme, lo que me permite producir mucho más contenido escrito dentro de este entorno específico.
5. Seguimiento del tiempo autogestionado
El seguimiento del tiempo asignado a los distintos proyectos es esencial para gestionar mi productividad y las facturas de los clientes. Con ese fin, he creado una versión alojada en mi Raspberry Pi de Kimai, una solución de seguimiento del tiempo de código abierto. Se puede acceder fácilmente a ella a través de mi red local y también se puede acceder a ella de forma remota a través de una VPN, lo que me permite iniciar y detener los temporizadores sin esfuerzo desde cualquier dispositivo.
Mi elección de Kimai se debe a su interfaz fácil de usar que simplifica el seguimiento del tiempo, incluso en varios proyectos. Ofrece la capacidad de generar informes detallados y facturas profesionales directamente desde mis registros de tiempo, lo que ha agilizado enormemente mis procesos de facturación. Además, los amplios complementos de Kimai brindan la flexibilidad de adaptar sus funciones a mis requisitos específicos.
6. Adaptador Wi-Fi para dispositivos más antiguos
¿Tienes una impresora vieja que no se usa y no tiene soporte para Wi-Fi? Yo solía tener el mismo problema. Afortunadamente, la revitalicé configurando mi Raspberry Pi como puente Wi-Fi (para obtener una guía sencilla sobre cómo hacerlo, consulta mis instrucciones).
Un puente Wi-Fi actúa como un dispositivo que se conecta de forma inalámbrica a tu red, distribuyendo esa conexión a través de Ethernet. Ahora mi impresora de red, que originalmente solo tenía conectividad Ethernet, se integra perfectamente con todos mis dispositivos inalámbricos, lo que me ahorra el inconveniente de tener que comprar una nueva impresora.
7. Sistema de almacenamiento en red
Si eres como yo y tienes algunos discos duros adicionales por ahí, transformé el mío en una configuración de almacenamiento conectado a red (NAS) altamente eficiente usando mi Raspberry Pi (esto sirve como una solución de almacenamiento de datos de computadora a nivel de archivo vinculada a una red de computadoras).
Con OpenMediaVault, puedo almacenar, compartir y hacer copias de seguridad de archivos sin esfuerzo dentro de mi red doméstica. La configuración es sencilla y el bajo consumo de energía de Raspberry Pi lo convierte en una excelente opción para un funcionamiento continuo sin la preocupación de que aumenten los costos de electricidad.
Este dispositivo modesto pero asequible es increíblemente versátil y aborda diversos desafíos tecnológicos cotidianos. No obstante, es fundamental reconocer también sus limitaciones. Por ejemplo, no recomendaría usarlo como una mini PC para tareas informáticas habituales por razones específicas.
Imagen de portada y capturas de pantalla de David Morelo.
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